lunes, 13 de mayo de 2013

Tantas cosas.


Que viva la ciencia,
Que viva la poesia!
Que viva siento mi lengua
Cuando tu lengua está sobre la lengua mía!
El agua esta en el barro,
El barro en el ladrillo,
El ladrillo está en la pared
Y en la pared tu fotografia.
Es cierto que no hay arte sin emoción,
Y que no hay precisión sin artesania.
Como tampoco hay guitarras sin tecnología.
Tecnología del nylon para las primas,
Tecnología del metal para el clavijero.
La prensa, la gubia y el barniz:
Las herramientas de un carpintero.
El cantautor y su computadora,
El pastor y su afeitadora,
El despertador que ya está anunciando la aurora,
Y en el telescopio se demora la última estrella.
La maquina la hace el hombre...
Y es lo que el hombre hace con ella.
El arado, la rueda, el molino,
La mesa en que apoyo el vaso de vino,
Las curvas de la montaña rusa,
La semicorchea y hasta la semifusa,
El té, los ordenadores y los espejos,
Los lentes para ver de cerca y de lejos,
La cucha del perro, la mantequilla,
La yerba, el mate y la bombilla.
Estás conmigo,
Estamos cantando a la sombra de nuestra parra.
Una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.
Y sin tenerte, te tengo a vos y tengo a mi guitarra.
Hay cines,
Hay trenes,
Hay cacerolas,
Hay fórmulas hasta para describir la espiral de una caracola,
Hay más: hay tráfico,
Créditos,
Cláusulas,
Salas vip,
Hay cápsulas hipnóticas y tomografias computarizadas,
Hay condiciones para la constitución de una sociedad limitada,
Hay biberones y hay obúses,
Hay tabúes,
Hay besos,
Hay hambre y hay sobrepeso,
Hay curas de sueño y tisanas,
Hay drogas de diseño y perros adictos a las drogas en las aduanas.
Hay manos capaces de fabricar herramientas
Con las que se hacen máquinas para hacer ordenadores
Que a su vez diseñan máquinas que hacen herramientas
Para que las use la mano.
Hay escritas infinitas palabras:
Zen, gol, bang, rap, Dios, fin...

sábado, 4 de mayo de 2013

Te quiero como hacerse tarde

En el quizás que me supone haber creído
guardé, sin una explicación, lo que me escondes,
tu brevedad apareció bajo este verso;
este amor de polvo y luna,
esta palabra te notó y tomó otro signo
y fue lo mismo que tu nombre.

Tú detonaste con un verso el equilibrio
y es que en tu boca Benedetti abrió otras alas,
tu dulce escarnio levantó velas y balas
y así tu nombre, que era tuyo,
se fue volviendo mi batalla
y no descifro el cómo y cuándo de los hilos.

¿Quién nos ató en el mismo viaje,
en igual tiempo, en este sitio
y nos dejo querer mirarnos;
y nos rompió los adjetivos
para luego suponer
que apretaríamos los puños en los bolsillos,
que apretaríamos los sueños en los bolsillos
en la cobardía del no?

El monosílabo parece tan sencillo,
lo que sucede es que eres más que una batalla,
tu nombre, que es revolución, me abrió las alas
y yo tan árbol subversivo
de ramas voz y hojas abiertas,
te quiero como hacerse tarde
y creo en tu nombre como el sitio
en que el quizás de haber creído no dudó.

Te quiero como hacerse tarde,
como un pan dulce, un hormiguero;
te quiero en ruta, compañera,
te quiero en tiempo venidero,
te quiero como se hace tarde
en los otoños de tus tardes
y tus miedos
y tus tumbos.

La coincidencia y el azar son pasajeros,
las voluntades son las que vuelcan los mundos.