Nos abrazamos, reímos, lloramos, destapamos cervezas, encendemos un cigarrillo, todo esto mientras hablamos de literatura, escuchamos música o vemos una buena película. Y es que tienen algo muy en común, nos ponen a soñar despiertos, hasta parece que se complementan entre si.
El cine nos convierte en superhéroes, nos hace llorar, nos da suspenso, nos mantiene pegados a la pantalla del televisor tratando de desenredar la trama de la película a veces hasta prediciendo lo que acontecerá. Quien no ha visto El Titanic, quien no ha llorado viendo En Busca De La Felicidad de Will Smith, quien no ha estado trémulo con las películas de Saw, quien no ha visto a Morgan Freeman en sus diferentes actuaciones y así muchas otras películas y actores que nos han hecho soñar a lo largo de la historia, el cine es la puesta en escena de un libro, por cierto les recomiendo The Shawshank Redemption con actuaciones espectaculares de Tim Robins y Morgan Freeman.
La música siempre es la que le da alegría o tristes recuerdos a las personas sea cual sea el género musical que le guste, algunos se emborrachan con rancheras, con Pink Floyd, Bachatas o con reggaetón. El gusto por la música depende mucho de la subjetividad de las personas, algunos lloran escuchando rancheras, otros escuchando a The Beatles o lloran escuchando a José José. Al final la música es la que le da sentido al oído y la que nos mantiene vivos soñando con cada letra, tarareando pequeñas partes todo el día.
De la literatura se nutre el cine y la música, cuando hablamos de literatura recordamos a García Márquez, a Shakespeare, Saramago, Vargas Llosa, Neruda, Octavio paz, Carlos Fuentes, Borges y a muchos más que de algo irreal nos ponen a construir mundos en nuestro cerebro, a releer en la mente aunque no tengamos el libro en la mano, nos ponen a soñar y a inventar escenas tan paradisiacas que solo nosotros somos capaces de imaginar.
La literatura es la verdadera máquina del tiempo que nos pone en el pasado o en el futuro cada vez que abrimos un libro. Muy pocas personas son las que leen y algunos hasta se atreven a decir que es una pérdida de tiempo, pero lo que no saben es que es un viaje muy confortable al abrir un libro que no se los dará ninguna telenovela.
Hablando de viajes, los dejo tengo un elefante varado casi por un mes en Portugal que tiene que llegar a Viena, no va llegar solo, me voy a leer El Viaje Del Elefante de José Saramago.
0 comentarios:
Publicar un comentario